No imaginamos nunca la sensación de vulnerabilidad de nuestros cuerpos, de nuestros sueños, de nuestro presente. Paradoja de nuestro destino al estar frente a una nueva situación.

Hoy nos encontramos frente a este desafío, pero también tenemos la certeza que el mundo ya se nos presentaba incierto y desigual por lo que estas impresiones intentan reflejar esa presencia en nuestro laberinto humano. 

Nuestro tiempo cambia hacia algo íntimo y desarrollo la idea de que en este momento también puede ser un tiempo de introspección y reflexión. Resiente ante la adversidad.